Suena el teléfono, Hache despierta del otro lado de la puerta, sentado. Al ponerse de pié con la intención de buscar líquido bebible, se dio cuenta que no iba a poder mantener esta privilegiada posición por mucho tiempo. En lo que parecía una recreación de la evolución lineal humana pero en reversa, comenzó a descender en su postura. Primero apoyándose en la pared, luego en una mesita de luz, finalmente en el piso. Todos los puntos de vista transcurridos durante esa secuencia se superponían ahora y resultaba doloroso, confuso, nauseabundo.
"Necesitaría comer agua en.. el aire. Tomar aire, ahora. Sentar, dormir"
Un loro barranquero chilló y despertó a Hache. Intentó devolverle una puteada pero su boca estaba seca como una momia egipcia. De la misma manera en que suceden los aplausos en un recital; primero uno aislado, luego dos y de inmediato el resto, se manifestaron todo tipo de dolores. Llega a la heladera y toma la primer botella de agua en la parte de abajo. Inclinarse lo hace sentir peor. Bebe agua desesperadamente.
Vomitar.
Son las cuatro y pico de la tarde, sobre la mesa hay un plato de fideos pegados, tibios y con mucho olor a queso cuartirolo. Hache se quedó dormido de nuevo pero ahora se despierta con el timbre. F y C estaban en la puerta, lo recibieron con un comentario acerca de su aspecto, y de su aliento. Cuando se saludaron, sonó el timbre de la fiesta: dos envases colisionando.
F abre una birra, H abre el explorador de internet para poner un tema de Rick Astley. Recuerda que en la noche anterior había formulado una reflexión acerca de éste sujeto y el contenido de sus canciones pero hasta ahí llega la arqueología cerebral. En esos trucos perceptivos del momento, sobre todo teniendo en cuenta la lubricación temporal que ofrece el escabio, combinado con psicotrópicos guaraníes, se agotó la última poción de maná cuya función original habría sido la de pasar el rato. Pero a medida que se iba sirviendo aparecían nuevos candidatos para ocupar el lugar protagónico de uso. Hache recordó una en particular que decidió poner a prueba. Citó entonces aquella canción cuyo comienzo anunciaba, con el mismo entusiasmo que debió haber utilizado Arquímedes con su afamada interjección "¡Eureka!", "Encontrar la solución al problema de la resaca" y consistía en mantenerse en la joda borracha, hasta las seis de la mañana. Curiosamente el nombre del conjunto que interpretaba dicha composición era homónimo al lugar que debían dirigirse para cumplir tal cometido. Fue C quién hizo de Hermes y arrancó al Supermerk-2 para buscar más cerveza.
Mientras tanto Hache apaga el cerebro en el momento que accede al dominio cuyo requisito mínimo es la carencia total de juicio y criterio. El predominio del color azul en el sitio web le recuerda a un policía e intenta establecer patrones pero inmediatamente le duele la cabeza y recuerda los requerimientos del sitio. Su dedo índice intercambia roles con Sísifo al transitar indefinidamente por una rueda del mouse que no lo lleva a ningún destino. Los títulos son tan variados que no puede decidirse, por destacar algunos: "La noche que violaron a @Taringero Virgo", "Científicos revelan el verdadero rostro de Jesucristo", "Reite con estas imágenes, máquina."
Intentó hilvanar explicaciones para su lectura en silencio, tremenda agonía y secuelas de vacío existencial tras caer en la cuenta que lleva más de quince minutos leyendo noticias en Taringa!. Justo antes de darse por vencido recordando porqué no entraba más a Taringa!, encontró uno de los títulos más sugestivos que jamás imaginó llegar a leer en una página tan cargada de testosterona sin liberar y emergentes vellos púbicos en forma de texto al pedo.
"COMO HACER UN LANZALLAMAS CASERO, LINCE"
Ignorando la última palabra del título fue primero a los elementos necesarios para semejante artilugio. No pensó para qué iba a usar un lanzallamas, no pensó en la resaca, no pensó en su contraseña para dejarle +10, simplemente, no pensó. Le faltaban algunas cosas pero nada que no pueda conseguirse en el supermercado amigo. Antes de poder pensar si tenía una manguera de jardín convencional, estaba llamando a C para que traiga lo que faltaba, que le pagaba una vez en casa y no pregunte para qué era. Al pedo, preguntó igual, pero le cortó porque sino le consumía todo el crédito.
Gracias a que parte de los elementos inflamables eran bebibles y pegaban, el tiempo pudo hacer de las suyas nuevamente y de alguna manera, horas después, el plato de fideos seguía en la mesa pero más frío, tenían un pedo para varias personas y un lanzallamas completo, funcional, totalmente diy, y por sobre todas las cosas, pocos planes para usarlo.
Unos cuadros se presentaban en su mente intentando responder la reciente pregunta de qué estaba pasando. Uno era el de la llave en la cerradura, otro el de cruzar la esquina, otro el ver que llevaba consigo el lanzallamas.
Se detuvo
-¿Hhe k semo?
-Estamos yendo a prender fuego el club universitario y toda la gente que esté dentro
-¿?
-Exacto.
"¡Qué bueno!" pensó "El Club Universitario está acá nomás, llegamos al toque".
Efectivamente, un sonido reiterativo que parecía encontrarse en loop desde hace cuadras les indicaba que estaban en las proximidades del recinto, también lo hacían los presets de vestimenta que portaban los transeúntes.
Tal vez era suficientemente tarde como para comenzar a cuestionar sus acciones, pero el panorama que tenía frente a sus ojos resultaba tan ajeno que hasta se sintió parte de un videojuego o de una historia pedorra y pésimamente redactada por alguien que pasó mucho tiempo sin auriculares en el transporte público. Confusión pura, caos total en el accionar, jamás creyó tener tantas incertidumbres en tan poco tiempo. Si en las últimas horas todo parecía transitar como los granos de arena cayendo de un reloj roto, ahora se ralentizaba al punto de poder formular oraciones completas y coherentes, analizarlas gramaticalmente, acordarse los días de escuela y como aprendió el valor de la autosatisfacción antes que la teoría respecto al sujeto y predicado. Antes que cuestionar porqué carbonizaría tantos humanos inocentes se preguntó por los patovicas que permanecían inmóviles a pesar de que él sostenía un lanzallamas funcional.
Fueron tantas preguntas, en tan poco tiempo, que lo único remanente en su cerebro era la voluntad suficiente para accionar el gatillo. Lo hizo.
Entre tanto barullo lo sorprendió una voz grave que parecía venir de varios puntos a la vez y retumbar en un espacio abierto:
"Gracias jóven, nos has liberado de nuestro tormento."
Un sujeto desciende por una empinada colina en su bicicleta dejando que ésta acelere, al punto que los pedales giran como una licuadora. Por algún motivo acciona el freno de adelante. De esa misma magnitud fue el impacto que tuvo Hache cuando los patovicas se acercaron a paso lento transmutando en seres etéreos de llamativos colores. Esa voz, ante la cual cualquiera se volvería sumiso a su voluntad, tomándolo como líder, anunció que -Somos la orden Patov Iccah, no recuerdo nuestro propósito inicial, ha transcurrido tanto desde la última vez que pudimos transitar en libertad. Lo único que sigue aún vigente es la condena. "Sólo el fuego podrá juzgar cuando su esencia sea pura". No podíamos merodear a nuestro antojo, no podíamos enfrentar el Sol. Condenados a pretender ser la seguridad de los boliches, a ser inmortales dentro de cuerpos con vencimiento, al ver lo mismo una y otra vez. Nuestra existencia estaba limitada al reducido perímetro del bailongo. Ya no, esto es tan extraño como regocijante. Trabajaremos en la mejor manera de retribuir tu acción.-
Se desvanecieron con el característico viento de la región bahiense. Una vez que el torrente de vómito cesó pudo percatarse que se encontraba sólo en la puerta del recinto, sin nadie que obstruya su camino. Pensó en ese tipo de la bicicleta que apretó el freno e hizo lo mismo con el gatillo del lanzallamas. Pudieron haber sido tantas las canciones que acompañen este momento. Tal vez no para Hache, no eran cosas que tuviese a mano para reproducir o que sonaran dentro del boliche . Pero estaría bueno que lo haga mientras suena la marcha de las valkyrias pero ejecutado por un bajo eléctrico distorsionado, dentro de un silo vacío en llamas.
Esto fue escrito en algún momento del 2013 y editado en 2024 escuchando este disco de la maravilla death cordobesa de Othuyeg https://www.youtube.com/watch?v=TugiNIMx_eI
domingo, 28 de febrero de 2016
miércoles, 24 de febrero de 2016
una grieta en el cerebro
¿Cómo sonarán las cosas que quiero decir, fuera de su condena perpetua en pensamientos que ya caminan podridos de toparse con imitaciones o clones más jóvenes que tampoco van a manifestarse de otra manera y van a envejecer, y pudrirse, y envejecer, y pudrirse, y ..nada más?
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