martes, 8 de marzo de 2016

La carrera espacial durante la Guerra Fría en Argentina: experimentos con simios y naves de la estratósfera

“El 23 de diciembre de 1969, dentro del marco de la Operación Navidad, Argentina lanzó al espacio en un cohete Canopus II modificado a Juan, un mono caí capturado por la Gendarmería Nacional en la provincia de Misiones, quien ascendió exitosamente dentro de su cápsula "Amanecer", hasta una altura de 82 km siendo recuperado exitosamente. El 1 de febrero de 1970 el Instituto Civil de Tecnología Espacial repitió la experiencia con una monita hembra de la misma especie y procedencia, llamada Cleopatra (diminutivo Cleo), que llegó a una altura de 20 kilómetros a bordo de un Pantera X-1, pero que pereció al estrellarse en tierra después de fallar su paracaídas. Otros simios fueron lanzados a lo largo de ese año y recuperados exitosamente.”

Eso dicen los archivos nacionales sobre los simios enviados al espacio, ustedes se estarán preguntando si abarca todo lo que hay sobre el tema. La respuesta es: no. Desde luego que una parte que no debe ser revelada para evitar manchar la inmaculada carrera astronómica del país, cuyo auge despertó la envidia de potencias en el tema como Estados Unidos, Rusia y Japón; habiéndose alertado estos países con el anuncio de Carlos S. Menem donde describía una suerte de plataforma que permitiría realizar vuelos a larga distancia en un plazo muy corto de tiempo. Sin irnos del tema, dado que no tiene un horizonte cercano el campo de la astronomía en Argentina, hay una historia que merece ser contada sobre los Platirrinos que salieron de la órbita.
Comenzando con la pequeña pista que nos sugiere información otorgada por las fuentes oficiales, donde dice “Otros simios fueron lanzados a lo largo de ese año y recuperados exitosamente.” hacemos hincapié y tendremos a un mono del nuevo mundo que resultó ser muy provechoso para la industria interplanetaria argentina.
En el año 1988 el gobierno nacional dio la orden para lanzar el prototipo “Yacaré 6-6” que había comenzado a desarrollarse durante la dictadura militar, aprovechando el presupuesto invertido en tecnología militar. El mismo consistía en
 una suerte de cápsula de escape para la nave madre que estaba en planes de construcción, con la que se pensaba intervenir las comunicaciones y transportar tropas a una distancia segura y gran velocidad. Para probar su soporte de vida, fue lanzada con un tití de pincel negro que otorgaría la respuesta en su aterrizaje. 
La cápsula llegó a atravesar la estratósfera sin problemas, sólo le faltaban unos kilómetros y entablaría su descenso para dar por concluída la operación. A medida que ascendía y reducía la distancia objetivo para volver, el equipo de ingenieros argentinos comenzaba a felicitarse por un éxito prematuro. Fue justo en ese momento cuando la cápsula perdió el contacto por unos segundos, insuficientes para preocupar al equipo, quienes continuaron con la celebración hasta el aterrizaje exitoso del prototipo. En ese momento culminaron los festejos de manera precipitada, tras la apertura de la puerta.
El Callithrix penicillata, o tití de pincel negro, salió de la cápsula con una delicadeza que asombró a los espectadores, pero no tanto como cuando dijo: -Uff, la próxima me pongo el cinturón de seguridad- . El característico simio fue portado inmediatamente a las facilidades del observatorio de La Plata para realizarle estudios, entrevistas y demás. Luego de exhaustivas noches de trabajo en las que además había que distraer a la prensa con un video falso que sugiera un accidente fatal para el simio y de esta manera evitar su intromisión, el tití, que se hizo llamar “Boulle Darwin”, contó lo ocurrido.
Resulta que en esos segundos que habían sido ignorados por el equipo debido al intercambio de tragos y felicitaciones, la cápsula entró en el campo de un Wormhole que la trasladó hacia una distancia incalculable. Allí fue recibida por formas de vida que supieron transmitirle su conocimiento y ejercitar al simio para poder expresarse, tanto con ellos como con las formas de vida que compartía en su planeta, en lugar de brindarle información material, lo modificaron a través de complejas cirujías y educaron en ciencias y artes inherentes a estas formas de vida extraterrestres. Todo esto era realizado con el propósito de acelerar los emprendimientos humanos para ampliar su horizonte espacial y establecer una relación de intercambio. Luego de un considerable tiempo fue reintroducido en la cápsula y devuelto por el agujero de gusano. Dado a que se trataba de un atajo entre el espacio-tiempo, su ausencia solo fue de unos segundos en la órbita terrestre.
Con el tiempo los medios dejaron de insistir en la historia del simio y la gente perdió interés. El simio trabajó para el desarrollo científico del gobierno argentino, aportando paulatinamente información y así lograr
 un progresivo avance al que sea fácil adaptarse. Aquella plataforma antes mencionada por Carlos Menem fue uno de los aportes que llegaron al público, otro que permaneció silenciado fue el de esconder misiles de protones en una antena que simule ser una flor con la capacidad de abrirse y cerrarse. 
No mucho tiempo después, el simio pudo tomarse la libertad de reflexionar acerca de su condición, observando que se encontraba trabajando para “superiores” que lo eran sin un motivo concreto ni intereses personales y desarrollaban sus ideas sin que este se enterase completamente de lo que ocurría. Desarrolló una conciencia que le permitió fugarse utilizando una excusa muy pobre. Desde entonces el gobierno nacional ha financiado varias búsquedas para encontrar al peculiar Platirrino exiliado.
Algunos creen que se encuentra refugiado en la selva, desarrollando un plan maestro para derribar la posición de aquellos que lo sometieron. Otros sugieren que al exiliarse intentó despojarse de su conocimiento y capacidades, para reemplazarla con actividades más humildes y limitarse a vivir como cualquier otro primate salvaje.



domingo, 28 de febrero de 2016

La Orden del Patov Iccah

Suena el teléfono, Hache despierta del otro lado de la puerta, sentado. Al ponerse de pié con la intención de buscar líquido bebible, se dio cuenta que no iba a poder mantener esta privilegiada posición por mucho tiempo. En lo que parecía una recreación de la evolución lineal humana pero en reversa, comenzó a descender en su postura. Primero apoyándose en la pared, luego en una mesita de luz, finalmente en el piso. Todos los puntos de vista transcurridos durante esa secuencia se superponían ahora y resultaba doloroso, confuso, nauseabundo.
"Necesitaría comer agua en.. el aire. Tomar aire, ahora. Sentar, dormir"
Un loro barranquero chilló y despertó a Hache. Intentó devolverle una puteada pero su boca estaba seca como una momia egipcia. De la misma manera en que suceden los aplausos en un recital; primero uno aislado, luego dos y de inmediato el resto, se manifestaron todo tipo de dolores. Llega a la heladera y toma la primer botella de agua en la parte de abajo. Inclinarse lo hace sentir peor. Bebe agua desesperadamente.
Vomitar.
Son las cuatro y pico de la tarde, sobre la mesa hay un plato de fideos pegados, tibios y con mucho olor a queso cuartirolo. Hache se quedó dormido de nuevo pero ahora se despierta con el timbre. F y C estaban en la puerta, lo recibieron con un comentario acerca de su aspecto, y de su aliento. Cuando se saludaron, sonó el timbre de la fiesta: dos envases colisionando.
F abre una birra, H abre el explorador de internet para poner un tema de Rick Astley. Recuerda que en la noche anterior había formulado una reflexión acerca de éste sujeto y el contenido de sus canciones pero hasta ahí llega la arqueología cerebral. En esos trucos perceptivos del momento, sobre todo teniendo en cuenta la lubricación temporal que ofrece el escabio, combinado con psicotrópicos guaraníes, se agotó la última poción de maná cuya función original habría sido la de pasar el rato. Pero a medida que se iba sirviendo aparecían nuevos candidatos para ocupar el lugar protagónico de uso. Hache recordó una en particular que decidió poner a prueba. Citó entonces aquella canción cuyo comienzo anunciaba, con el mismo entusiasmo que debió haber utilizado Arquímedes con su afamada interjección "¡Eureka!", "Encontrar la solución al problema de la resaca" y consistía en mantenerse en la joda borracha, hasta las seis de la mañana. Curiosamente el nombre del conjunto que interpretaba dicha composición era homónimo al lugar que debían dirigirse para cumplir tal cometido. Fue C quién hizo de Hermes y arrancó al Supermerk-2 para buscar más cerveza.
Mientras tanto Hache apaga el cerebro en el momento que accede al dominio cuyo requisito mínimo es la carencia total de juicio y criterio. El predominio del color azul en el sitio web le recuerda a un policía e intenta establecer patrones pero inmediatamente le duele la cabeza y recuerda los requerimientos del sitio. Su dedo índice intercambia roles con Sísifo al transitar indefinidamente por una rueda del mouse que no lo lleva a ningún destino. Los títulos son tan variados que no puede decidirse, por destacar algunos: "La noche que violaron a @Taringero Virgo", "Científicos revelan el verdadero rostro de Jesucristo", "Reite con estas imágenes, máquina."
Intentó hilvanar explicaciones para su lectura en silencio, tremenda agonía y secuelas de vacío existencial tras caer en la cuenta que lleva más de quince minutos leyendo noticias en Taringa!. Justo antes de darse por vencido recordando porqué no entraba más a Taringa!, encontró uno de los títulos más sugestivos que jamás imaginó llegar a leer en una página tan cargada de testosterona sin liberar y emergentes vellos púbicos en forma de texto al pedo.
"COMO HACER UN LANZALLAMAS CASERO, LINCE"
Ignorando la última palabra del título fue primero a los elementos necesarios para semejante artilugio. No pensó para qué iba a usar un lanzallamas, no pensó en la resaca, no pensó en su contraseña para dejarle +10, simplemente, no pensó. Le faltaban algunas cosas pero nada que no pueda conseguirse en el supermercado amigo. Antes de poder pensar si tenía una manguera de jardín convencional, estaba llamando a C para que traiga lo que faltaba, que le pagaba una vez en casa y no pregunte para qué era. Al pedo, preguntó igual, pero le cortó porque sino le consumía todo el crédito.
Gracias a que parte de los elementos inflamables eran bebibles y pegaban, el tiempo pudo hacer de las suyas nuevamente y de alguna manera, horas después, el plato de fideos seguía en la mesa pero más frío, tenían un pedo para varias personas y un lanzallamas completo, funcional, totalmente diy, y por sobre todas las cosas, pocos planes para usarlo.
Unos cuadros se presentaban en su mente intentando responder la reciente pregunta de qué estaba pasando. Uno era el de la llave en la cerradura, otro el de cruzar la esquina, otro el ver que llevaba consigo el lanzallamas.
Se detuvo
-¿Hhe k semo?
-Estamos yendo a prender fuego el club universitario y toda la gente que esté dentro
-¿?
-Exacto.
"¡Qué bueno!" pensó "El Club Universitario está acá nomás, llegamos al toque".
Efectivamente, un sonido reiterativo que parecía encontrarse en loop desde hace cuadras les indicaba que estaban en las proximidades del recinto, también lo hacían los presets de vestimenta que portaban los transeúntes.
Tal vez era suficientemente tarde como para comenzar a cuestionar sus acciones, pero el panorama que tenía frente a sus ojos resultaba tan ajeno que hasta se sintió parte de un videojuego o de una historia pedorra y pésimamente redactada por alguien que pasó mucho tiempo sin auriculares en el transporte público. Confusión pura, caos total en el accionar, jamás creyó tener tantas incertidumbres en tan poco tiempo. Si en las últimas horas todo parecía transitar como los granos de arena cayendo de un reloj roto, ahora se ralentizaba al punto de poder formular oraciones completas y coherentes, analizarlas gramaticalmente, acordarse los días de escuela y como aprendió el valor de la autosatisfacción antes que la teoría respecto al sujeto y predicado. Antes que cuestionar porqué carbonizaría tantos humanos inocentes se preguntó por los patovicas que permanecían inmóviles a pesar de que él sostenía un lanzallamas funcional.
Fueron tantas preguntas, en tan poco tiempo, que lo único remanente en su cerebro era la voluntad suficiente para accionar el gatillo. Lo hizo.
Entre tanto barullo lo sorprendió una voz grave que parecía venir de varios puntos a la vez y retumbar en un espacio abierto:
"Gracias jóven, nos has liberado de nuestro tormento."
Un sujeto desciende por una empinada colina en su bicicleta dejando que ésta acelere, al punto que los pedales giran como una licuadora. Por algún motivo acciona el freno de adelante. De esa misma magnitud fue el impacto que tuvo Hache cuando los patovicas se acercaron a paso lento transmutando en seres etéreos de llamativos colores. Esa voz, ante la cual cualquiera se volvería sumiso a su voluntad, tomándolo como líder, anunció que -Somos la orden Patov Iccah, no recuerdo nuestro propósito inicial, ha transcurrido tanto desde la última vez que pudimos transitar en libertad. Lo único que sigue aún vigente es la condena. "Sólo el fuego podrá juzgar cuando su esencia sea pura". No podíamos merodear a nuestro antojo, no podíamos enfrentar el Sol. Condenados a pretender ser la seguridad de los boliches, a ser inmortales dentro de cuerpos con vencimiento, al ver lo mismo una y otra vez. Nuestra existencia estaba limitada al reducido perímetro del bailongo. Ya no, esto es tan extraño como regocijante. Trabajaremos en la mejor manera de retribuir tu acción.-
Se desvanecieron con el característico viento de la región bahiense. Una vez que el torrente de vómito cesó pudo percatarse que se encontraba sólo en la puerta del recinto, sin nadie que obstruya su camino. Pensó en ese tipo de la bicicleta que apretó el freno e hizo lo mismo con el gatillo del lanzallamas. Pudieron haber sido tantas las canciones que acompañen este momento. Tal vez no para Hache, no eran cosas que tuviese a mano para reproducir o que sonaran dentro del boliche . Pero estaría bueno que lo haga mientras suena la marcha de las valkyrias pero ejecutado por un bajo eléctrico distorsionado, dentro de un silo vacío en llamas.

Esto fue escrito en algún momento del 2013 y editado en 2024 escuchando este disco de la maravilla death cordobesa de Othuyeg https://www.youtube.com/watch?v=TugiNIMx_eI

miércoles, 24 de febrero de 2016

una grieta en el cerebro

¿Cómo sonarán las cosas que quiero decir, fuera de su condena perpetua en pensamientos que ya caminan podridos de toparse con imitaciones o clones más jóvenes que tampoco van a manifestarse de otra manera y van a envejecer, y pudrirse, y envejecer, y pudrirse, y ..nada más?