jueves, 16 de enero de 2014

Paloma astada

Una paloma rascó mi nuca con sus cuernos
y miles de preguntas pidieron una respuesta al cerebro,
la número 642
era la que cuestionaba los cuernos de la paloma.

Todas las veces que no lo hice
se transformaron en nieve,
aunque, me caliento y no parecen derretirse.
El pronóstico mintió otra vez.


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